En el Centro Tecnológico de la Agroindustria ADESVA nos encontramos inmersos en un proyecto financiado por la Junta de Andalucía en el marco del Proyecto FEDER de la Unión Europea, el cual estaba previsto realizarse durante el período comprendido entre enero de 2020 y diciembre de 2021. Dicho proyecto tiene por objetivo mejorar la calidad del arándano y alargar su vida útil durante el almacenamiento y transporte con el fin de ofrecer al consumidor un producto de la máxima calidad manteniendo, o incluso mejorando, las propiedades nutricionales y organolépticas tan características del arándano.
Para ello, desde ADESVA, junto con el grupo de investigación Análisis Medioambiental y Bioanálisis (FQM-141) de la Universidad de Huelva, se están obteniendo interesantes resultados. Actualmente estamos finalizando diversos estudios en el Laboratorio agroalimentario del CIT – ADESVA (Departamento Tecnología de los alimentos y poscosecha), dentro del módulo de laboratorios piloto del edificio CIDERTA, mediante la aplicación de distintos tratamientos poscosecha que incluyen tecnologías punteras en el sector de la alimentación en la actualidad.
Los estudios realizados se centran en dos bloques: en el primero de ellos se pretende evaluar parámetros de calidad del arándano tales como apariencia, firmeza, contenido en azúcares y ácidos durante un período prolongado de tiempo, con tres variedades de arándanos en distintos estadios de maduración sometidos a distintas tecnologías poscosecha siempre en comparación con lotes control. Dichas tecnologías fueron seleccionadas por sus fundamentos (impulsos eléctricos, efecto germicida, fibras con capacidad de absorción de etileno, cubiertas con atmósfera modificada). En el segundo de los bloques se está realizando un estudio metabolómico para indentificar posibles compuestos bioactivos que puedan verse afectados por los distintos tratamientos poscosecha, empleando cromatografía gaseosa acoplada a un espectrómetro de masas. En este punto es muy interesante comprobar si se consigue mantener durante más tiempo (o incluso mejorar) la capacidad antioxidante del arándano así como su contenido en azúcares.


Los datos arrojados hasta la fecha nos permiten establecer algunos de los tratamientos como unas buenas herramientas para prologar la vida útil del arándano mejorando ciertos parámetros como la hidratación de los frutos además de la apariencia interna y evitando la pudrición de éstos.

Este proyecto está financiado por la Junta de Andalucía a través de los Fondos Europeos de Desarrollo Regional (Unión Europea).
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